La protagonista de la obra, Senta, relata la historia del desventurado Capitán de El Holandés Errante, a quién muchos llaman Vanderdecken.
En la casa de Senta hay un extraño cuadro colgado en el salón. Se trata del retrato de un hombre apuesto, muy pálido y de ojos tristísimos. Él es el Capitán maldito, y Senta vive sumida en un ensueño morboso pendiente noche y día del cuadro, obsesionada con la idea de que debe de existir en alguna parte del mundo una mujer capaz de redimir de su maleficio al Capitán...
Por cierto, la imágen que colorea esta entrada no trata sobre "El Holandés Errante".
Es simplemente un cuadro de Waterhouse que representa a Miranda, de: "La Tempestad" de William Shakespeare. Pero me parecía una pintura tan acertada para el tema...
Balada de Senta - El Holandés Errante
I
¡Johohoe! ¡Johohohoe! ¡Jojohoe! ¡Johoe!
¿Has visto por el océano
el barco de velas rojas como la sangre
y mástiles negros?
Sobre el puente del barco,
un hombre pálido,
el señor del navío,
mantiene la guardia sin cesar.
¡Ay! ¡como aúlla el viento! ¡Johohe! ¡Hojohe!
¡Ay! ¡como silba entre los aparejos! ¡Johohe! ¡Hojohe!
¡Ay! El sigue volando como una flecha sin blanco,
sin final, sin descanso.
Pero un día podría haber redención para ese hombre pálido
si encontrara en tierra una esposa que le fuera fiel hasta la muerte.
¡Ay! ¿Cuándo la encontrarás, pálido marinero?.
Rogad al Cielo para que pronto,
una esposa se mantenga fiel a él.
II
Una vez, durante una violenta tormenta
con vientos muy fuertes, intentó voltear un cabo;
maldijo, en un arrebato de locura juró:
“En toda la eternidad no pararé hasta conseguirlo”.
¡Ay! Y Satanás lo oyó. ¡Johohe! ¡Hojohe!
Y le tomó la palabra. ¡Johohe! ¡Hojohe!
¡Ay! Y ahora, maldito,
surca por los mares sin final, sin descanso.
Y, para que el pobre pudiera todavía hallar redención en tierra,
el Ángel del Señor le mostró el camino hacia la salvación.
¡Ay! ¡Si la pudierais encontrar, pálido marinero!
Rogad al cielo para que pronto
una esposa se mantenga fiel a él.
III
Echa el ancla cada siete años y
baja a tierra para buscar esposa.
Cada siete años corteja a una mujer,
pero nunca ha hallado una esposa fiel.
¡Ay! “Izad las velas”. ¡Johohe! ¡Hojohe!
¡Ay! “Levad anclas”. ¡Johohe! ¡Hojohe!
¡Ay! “Amor infiel, promesa infiel!”.
¡Al mar, sin final, sin descanso!.
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